lunes, 22 de febrero de 2021

Correo 16

 Correo 16


Estimado y querido Sr. Presidente


Por enésima vez me dirijo a usted para poner en su conocimiento mi evolución como paciente covid  y darle mi opinión sobre lo que está pasando en Andalucía con la Pandemia.


He de decirle que llevo sufriendo los efectos del Covid 5 semanas, de las cuales hospitalizado son cuatro y aún dependo del oxígeno. Mi autonomía es aún muy pequeña y me estreso y me baja la saturación de oxígeno en sangre, con cosas tan cotidianas como el aseo personal. Aquí sigo pacientemente, siguiendo las recomendaciones médicas y fisioterapéuticas.


Y entrando ya en este debate que pretendo tener con ustedes y que tan descaradamente ignoran, he de decirle que su tuit de ayer mejoró un poco la obsesión por dar mensajes de relajación del día anterior. Aún así me voy a permitir corregirlo, para que sepa como  me gustaria a mi que hubiese sido “Hoy hay 1.000 personas menos ingresadas por #COVID19 que hace una semana y las hospitalizaciones bajan de las 2.500. El ritmo es esperanzador.” ...Pero tenemos que lamentar el fallecimiento de muchos andaluces y andaluzas que el 28 de febrero vamos a homenajear.

“Hay que seguir. Mientras la vacuna avanza, la responsabilidad de todos es imprescindible para evitar grandes repuntes.” Tenemos el objetivo colectivo de que en Andalucía no haya una cuarta ola. Juntos lo conseguiremos.


Creo sinceramente que pasa algo extraño cuando no da esos pasos tan importantes para demostrar la seriedad mínima y el respeto por quienes han fallecido y aún lo van a hacer.


 Y por otro lado me gustaría seguir reflexionando sobre qué hacer para que Andalucía se muestre como una Comunidad responsable y seria con visión de futuro o como una pandilla de potajeros irresponsables  cortoplacistas. Si se  quiere apostar por el primer caso y de cara a las próximas semanas hay varias cuestiones claves que me gustaría exponerle:


En primer lugar, el único objetivo estratégico deber ser que no haya cuarta ola, pero para conseguirlo es fundamental ser capaces de superar el escollo de la Semana Santa (en vez de comenzar a hacer reclamos) y para superarlo es imprescindible que la movilidad y las aglomeraciones se limiten al máximo posible (y si estuviéramos en Australia, prohibirlas contundentemente). Y aquí volvemos al listo de Sr. Marin que sé, que ni por asomo piensa así (recordemos las cepas de las que tiene  síntomas evidentes), y cuando este Sr. hace una llamamiento a que el  turismo nacional inunde nuestras ciudades y costas aparece un fenómeno que, por mucho que ustedes quieran negar, no les va a quedar más remedio que abordar: el “ayusismo” (variante de la cepa “liberal-economicista” con claros síntomas asociados de la de “políticos carroñeros”),  y le voy a explicar porqué digo esto:


No sé si se dieron cuenta en su día, que Madrid no  decretó el cierre de la Comunidad y tuvieron que ser sus vecinas las que decretaron el cierre para así evitar que los madrileños y madrileñas pudieran inundar sus provincias,  y de camino se beneficiaron otras comunidades autónomas que son destino preferente de estas personas. A esto, que es un problema complejo lo zanjaron los gurús ayusistas acuñando la mal llamada “madrileñofobia”, para darle un falso  sentido victimista, pero que no debe ni puede ocultar la realidad:


En primer lugar, desde el principio de la pandemia sabemos que Madrid por los motivos que habrán estudiado los expertos, ha sido el epicentro con la pandemia en España, con los peores datos de todos los indicadores, y todo indica que seguirá siéndolo. Presumen de que es la comunidad más rica, con más actividad económica. Se lo tendrán que hacer mirar.


En segundo lugar es absolutamente legítima la necesidad que tienen la ciudadanía madrileña  de salir casi compulsivamente,  de su maravillosa comunidad,  que entre sus virtudes está generar un altísimo nivel de estrés que hay que canalizar como sea y donde sea. Y la prueba más evidente de esta necesidad es la noticia de ayer de que muchos intentan burlar los controles de salida.


En tercer lugar, todos somos conocedores de los problemas que tienen Castilla la Mancha y Castilla León con la movilidad y el asentamiento de muchas personas que, ya sea porque tienen allí su segunda residencia o porque necesitan una escapa inaplazable, han aumentado considerablemente las personas residentes en sus municipios y, según denuncian ellas mismas, han incrementado el número de personas foráneas atendidas por coronavirus.


En cuarto lugar, hay comunidades autónomas que sabemos que son destino estable y preferente de nuestro compatriotas madrileños y madrileñas, entre las que se encuentran Andalucía. Por cierto, supongo que tendrán ustedes detectadas cuantas personas no residentes habituales hemos tenido que atender por covid en esta pandemia. Si lo tienen deberían hacerlo público (y yo se lo pido), aunque sea solo para conocer el grado de solidaridad interterritorial que tenemos en Andalucía.


Y en quinto lugar, parece que nadie quiere plantear esta situación como un problema estructural si se quiere erradicar la pandemia en España, las comunidades gobernadas por el PSOE porque le da pudor abrir este debate (se les acusaría de “madrileñofobia”) y las que gobierna el PP ¿porque?. ¿Acaso la lideresa ayusista los tiene en fila?. ¿Será que el Sr. Casado no tiene capacidad para poner orden y coherencia entre sus varones?. ¿Será que en el fondo todos están infectados de alguna o varias de las cepas del sociópata-virus?. ¿Es que siguen pensando que este desgobierno a quien castigará es a Pedro Sanchez y al coletas?. 

Pues señoras y señores, tenemos un gran problema. Y para mi, Sr. presidente si de verdad quiere cuidar a su pueblo, y conseguir que Andalucía sea un ejemplo de seriedad y coherencia política tiene un papel fundamental en la gestión de  este problema estructural: Liderar el movimiento que sea necesario en su partido, con las comunidades autónomas del PP afectadas y seguidamente con las del Psoe, para diseñar una estrategia común que haga comprender al independentismo madridista que no puede ser de esta manera, que tienen que buscar alternativas razonables a la necesidad de expansión que tienen nuestros compatriotas la ciudadanía de madrid. Que no se pueden producir aglomeraciones ingobernables ni multiplicar los contactos interpersonales. 


Sea valiente, Sr. Presidente lidere la cordura y no se deje contagiar con tanta cepa que le rodea.


Atentamente, un ciudadano andaluz.


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