sábado, 27 de febrero de 2021

Correo 21

 Estimado y querido Sr. Presidente:


Hoy tengo que advertirle que estoy muy  enfadado y decepcionado, por cómo el contagio “sociópata-virus” cunde en su entorno.


Pero antes de explicarle por qué le informo que sigo con oxígeno en mi casa, poco a poco y lentamente.


Y le decía que estoy muy enfadado porque he leído lo que el Sr. Aguirre manifestó ayer en el Parlamento Andaluz. Sinceramente pienso que miente y solo tiene la excusa de que al parlamento no se acude a hacer análisis crítico,  ni proponer soluciones ni a generar consensos, simplemente se trata de ponerse en parche ante los ataques y reproches de la oposición; pero mentir en sede parlamentaria me parece gravísimo. Considero que falta a la verdad cuando afirma que “no ha habido colapso en la atención sanitaria“, solo una “sobrecarga de la demanda sanitaria a causa de la pandemia” en los centros sanitarios andaluces. Añade además que el sistema sanitario andaluz ha respondido de forma “estructurada y planificada” a través de los planes de contingencia de Atención Primaria y Hospitalaria. O que “Los centros de salud han funcionado perfectamente y al 100% durante toda la pandemia.”

Visto así, parece que la pandemia ha venido de pronto, seguramente porque las personas somos muy irresponsables, ya que no tenemos precaución y hemos propagado el contagio; y ,como consecuencia,  el sistema solo puede responder como lo hace. Pues Sr. Presidente y Sr. Consejero, si el rastreo hubiera funcionado eficazmente y la Atención Primaria hubiese tenido los medios suficientes (no solo en sistema telefónico y telemático que falló estrepitosamente), posiblemente el contagio masivo que se ha producido en Andalucía podría haber sido menor, sobre todo si hubieran tomado medidas drásticas desde el 7 de enero, sin necesidad de esperar hasta final de mes sin causa justificada.  Es más, Sr. Consejero,  ha sido usted mismo, a través de su Secretaría, quien me comunicó que …”se intenta que la mayoría de las asistencias sean” o que ”sabemos que ha habido momentos en que ha sido muy difícil contactar con ellos para conseguir una consulta.”...Además que  han dedicado al rastreo (que le digo yo ha funcionado  mal y no ha llegado o lo ha hecho tarde) a “médicos, enfermeras”; provocando que no pudieran realizar sus funciones de atención a sus pacientes convid o no. No pueden negar que esto sea así porque es lo que he vivido personalmente al igual que otros miles y miles de infectados a los que el primer dique de contención sanitario no pudo darle respuesta adecuada. Da la sensación de que en lugar de analizar qué ha pasado, cuáles son los déficit y qué medios se van a poner para que no pase nunca más, se dedican a justificar lo injustiicable. Al menos no mientan por favor.


Otro que me tiene contento hoy es el Sr. Marín (no hay forma de que se calle), con la propaganda gubernamental de que “Andalucía está preparada para ser líder del nuevo ciclo turístico”. Que “estamos mejor situados que nuestros competidores y eso es por el trabajo que hemos hecho durante este último año para demostrar que Andalucía es un destino seguro y seguir vendiendo nuestra insuperable oferta". Pero ¿cómo se atreve?. Si lo único que hemos demostrado es que Andalucía es incapaz de mantener los buenos resultados que teníamos hasta el verano. Seguramente se refiere que estamos dispuestos y preparados para recibir el turismo masivo contagiador, pero el viajero que sea consciente e informado no vendrá a un territorio “bananero”, se lo digo yo. Deberían preguntarse cuál es el objetivo de hacer este tipo de declaraciones en estos momentos, cuando el único mensaje válido es el que ayude a evitar la cuarta ola, como el mejor aval para demostrar la seriedad de Andalucía, que sería su mejor aval para garantizar la seguridad de todos los andaluces. Como dijo el Emérito (el de la pasta gansa): ¡Cállate ya, que te calles!


Y usted, Sr. presidente, me tiene desconcertado. Por un lado, muestra mensajes de prudencia, aunque aún no le he escuchado apostar por adelantarse en Andalucía a  la cuarta ola, y por otro lado veo que titubea, que comienza a dar mensajes aperturistas, que ha dado el visto bueno a la ampliación de aforos, o dice que «la idea es flexibilizar en la medida que podamos la movilidad y la actividad económica con límites». Pero no toma ninguna medida para que en estos lugares se advierta de los peligros del contagio y de la obligación de cumplir con las medidas de protección, ni tampoco veo que apueste por la adecuación de la ventilación y detección de partículas en los interiores. Vaya, que ya le veo síntomas de contagio de las cepas de “sociópata-virus”. Protéjase.


Menos mal que el Sr. Bendodo está entretenido con sus eternas trifulcas  con Paco de la Torre, por darle la razón a un Ministro ¡comunista!.


Por otro lado, veo que es un muy temerario cuando dice que «se puede valorar perfectamente», la apertura de la Semana Santa, en coordinación con otras comunidades, cuando, desde mi punto de vista el único mensaje de esa fecha es que el objetivo es pasarla con incidencia cero en Andalucía, para evitar la cuarta ola, y que por eso se han suspendido los actos procesionales. Y me parece muy cobarde e hipócrita cuando dice que  «Lo más seguro es que sigamos cerrados, dependerá de la incidencia en otros lugares». ¡Dígalo claro, leche!, coja el toro por los cuernos y denuncie que mientras que Madrid siga siendo el foco de contagio expansivo de la pandemia al resto de país, sobre todo a los destinos habituales de sus habitantes, no habrá ninguna garantía para que no se produzca la cuarta ola. Sé que le estoy pidiendo lo imposible, pero alguien tendrá que hacerlo. Y a colación de los efectos de la movilidad y de la probabilidad de la cuarta ola, le invito a que lea atentamente la opinión de la Viróloga Margarita del Val 

https://www.huffingtonpost.es/entry/la-funesta-prediccion-de-margarita-del-val-para-dentro-de-dos-semanas_es_603792e8c5b6df86c004fa1f 

que ya advierte de que está “creciendo peligrosamente”, “por encima de los umbrales críticos que predicen que en un par de semanas van a empezar a subir los muertos”.

 “la movilidad es lo que hace que entremos en contacto con más personas distintas” y “las reglas de juego son idénticas: cuanto más nos movamos, más riesgo”.

“Para mí salvar la semana santa es salvar a las personas que se morirían si tenemos un comportamiento insensato. Tenemos que salvar a los muertos y no las ganas de vacaciones o de cambiar de sitio”, ha repetido.

Espero y deseo que en su comité de expertos haya profesionales que le hablen con la claridad que habla esta científica, y que usted demuestre el rigor político necesario para decir las cosas claras. ¿Cree que le dejarán?


Por cierto, con lo que sí estoy muy cabreado con usted es con sus declaraciones de 

«Hemos suspendido la Semana Santa, cómo vamos a pensar en manifestaciones», refiriéndose al 8 de Marzo. Qué cara más dura hay que tener para apuntarse a este mantra antifeminista. En primer lugar, porque usted sabe que la Semana Santa mueve muchísimas más personas durante mucho días, que cualquier manifestación por muy multitudinaria que sea (y por eso se han suspendido con la colaboración impagable del mundo cofrade). Y en segundo lugar porque ya me hubiera gustado a mí escucharle algo parecido con las cientos de manifestaciones, concentraciones y actos públicos que se han producido en Andalucía desde marzo pasado. Nunca le escuché reproche alguno, pero lo que sí me parece de una hipocresía manipuladora inaceptable es que se hayan producido muchas de ellas sin autorización y otras autorizadas, donde no se han respetado mínimamente las medidas de seguridad, y no se hayan denunciado ni puesto en cuestión. Quizás sea porque en estas se veían muchas banderas “roja y gualda”, y las del 8 de marzo son violetas. Ese partido que sustenta su gobierno estará contento y quizá deje de chantajearle con el pin parental.

 

Atentamente, un ciudadano andaluz


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