Correo 48

 Estimado Sr. Presidente:

Llevo unos días esperando alguna reacción suya y de su Gobierno que me haga pensar que están ocupándose de parar o de gestionar la cuarta ola que, cada día, es más evidente pero, lamentablemente, no han hecho nada de nada. Es más, insisten en tratar de negar o tapar la evidencia, levantar cortinas de humo o dedicarse a la propaganda barata.

Le digo que tratan de negar o tapar la gravedad de la situación actual porque no publican ni valoran el alarmante aumento de casos  que en la media de la última semana es la siguiente

:

¿No le parece que debería ser la principal preocupación en estos momentos?. ¿No cree que es insostenible que ya tengamos cerca de 9.500 andaluzas y andaluces fallecidos de los que 102 son de los últimos 3 días, a quienes hay que añadir 851 hospitalizaciones, 109 en UCI.?

Por otro lado, estoy hasta los mismísimos de aguantarles su estrategia de levantar cortinas de humo, con el final del estado de alarma, con las víctimas del terrorismo (que las utilizan para todo lo les venga bien), con conferencias de presidentes, o con todo lo que se les ocurra.

Pero lo que más me indigna es la propaganda barata que constantemente están utilizando con el proceso de vacunación, vendido como un éxito lo que solo es su obligación y aprovechando para “lloriquear” con agravios comparativos que, si son verdad, deberían denunciar en el Juzgado de Guardia y si no lo son, vaya poca vergüenza.

Y hoy debo añadir mi denuncia a su hipocresía política, protagonizada por su Consejero Aguirre: “Hoy es el Día de la Atención Primaria y quiero enviar mi máximo reconocimiento a todos los profesionales que trabajan en ella. Mi felicitación a los trabajadores de la Atención Primaria; se han adecuado magníficamente a las nuevas líneas de trabajo como consecuencia del COVID.” Ya le he contestado en twitter: ¡Que cara dura!. No necesitan reconocimiento, necesitan medios y refuerzos. Cuéntele cómo van a frenar la cuarta ola que ya la tienen encima. Más medios y menos cambios de protocolos.

En fin, no me queda más remedio que reiterarle mi opinión de que son unos irresponsables y unos temerarios; pero lo más grave es que las consecuencias de sus actos la pagaremos el pueblo al que dicen defender.

Atentamente, un ciudadano andaluz.